Fuerte ha sido la crítica de políticos y empresarios estadounidenses por el deseo del gobierno de AMLO de controlar la producción y distribución de electricidad en México. La paraestatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) provee electricidad a 128 millones de mexicanos. con lo que cubre el 97 por ciento del territorio de ese país. Para producir y distribuir la electricidad existen en México 102 empresas privadas, la mayoría estadounidenses, canadienses y europeas. Representantes de la administración Biden-Harris han manifestado su rechazo a la ley ya que pone en manos de CFE un mayor control sobre la electricidad. La Secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer M. Granholm, declaró en Ciudad de México que dicha ley afecta los intereses de las empresas de su país y las inversiones que han hecho en el país azteca. Pocas semanas antes, Ken Salazar, embajador estadounidense en México, había expresado asimismo, la preocupación de su país por dicha ley. El presidente, Andrés Manuel López Obrador afirma que la medida solo afecta a unas cuantas empresas extranjeras y que lo que desea es que los mexicanos sean dueños de este recurso. La nueva Ley terminaría con las compras de electricidad por subasta como se hace hasta ahora, CFE compraría la energía de manera directa a las empresas que ofrezcan mejor precio y limitaría el acceso a la red nacional de distribución de electricidad.