Cuando los misioneros españoles llegaron a lo que hoy es San Antonio, Texas, convirtieron al cristianismo a los nativos del área. Era normal que al morir, fueran sepultados en los terrenos de las misiones que ayudaron a construir. La Misión de El Alamo no fue la excepción. Solo que ahora el manejo de los restos que se encuentran bajo y alrededor del histórico sitio, es razón para una serie de demandas de líderes tribales. La Comisión Histórica de Texas se niega darle a El Alamo la clasificación de cementerio, lo que permitiría una mayor protección de los restos que ahí se encuentran. Registros de nacimientos y fallecimientos de El Alamo, que van hasta el Siglo XVIII, parecen confirmar lo afirmado por los líderes de las tribus que están demandando al estado texano.