Con el apoyo de 2 654 trabajadores, el centro de distribución de Amazon, en Nueva York, se convierte en el primero de su tipo en contar con un sindicato. Amazon tiene 1 000 bodegas de este tipo por todo Estados Unidos. Todo se inicia cuando Christian Smalls y Derrick Palmer solicitaron mejores medidas de seguridad para los trabajadores en su centro de trabajo, cuando ocurría la etapa más crítica del Covid-19 . La respuesta de Amazon fue despedir a los dos empleados utilizando pretextos que a todos parecieron exagerados. Después de 11 meses de trabajo y luchando contra las campañas antisindicales de la compañía de Jeff Bezos, se logró esta victoria para el sindicalismo estadounidense. Los dos líderes, Smalls y Palmer, no cuentan con ninguna experiencia previa en organización de grupos sindicales. Amazon gastó $4.3 millones de dólares tratando de desacreditar el movimiento de los trabajadores. Un gran contraste con los $120 mil dólares que reunieron los empleados, gracias a una campaña de donaciones via internet. Este no es el primer intento de sindicalizar a empleados de Amazon, pero si es el primero en triunfar. Amazon emplea a más de un millón de trabajadores tan solo en Estados Unidos.