La llegada de miles de centromericanos y de otros países a la frontera entre Estados Unidos y México buscando asilo, ha creado una lucha entre el gobierno federal de la Unión Americana y estados que buscan detener el flujo de migrantes. Un juez texano determinó que la eliminación de la medida conocida como «Quédate en México» que el actual gobierno trato de retirar, debía seguirse y hacer que los solicitantes de asilo esperen en México la resolución de sus peticiones. Varios estados como Texas y Missouri demandaron al gobierno federal exigiendo que se se mantenga la política. Afirman que de no hacerlo, «miles de migrantes piensan que pueden entrar a los Estados Unidos, sin problema». Alejandro Mayorkas, encargado de la oficina que ve estos asuntos, afirmó en respuesta a la disposición del juez texano, que «la medida impone un costo sustancial e injustificado a individuos que se exponen a peligros mientras esperan en México. Los datos conocidos sobre las visas de asilo indican que hay más de 25 000 en proceso y que solo el 1.6% han recibido un fallo positivo.